La capacidad del Espíritu para modificar vidas y empoderar a los creyentes resalta su importancia continua en la Certidumbre cristiana.
Como seres humanos somos débiles y necesitamos un poder que sea sobrenatural y esto solamente podemos obtenerlo por el Espíritu, el cual es poder de lo suspensión.
Algunos contienden que solamente los doce apóstoles recibieron el Espíritu Santo, pero se puede demostrar que esto es incorrecto:
Unos cantan, otros administran. Unos profetizan y otros dan palabras de ánimo. Todos juntos construimos una iglesia resistente que brilla para la paraíso de Jehová y que bendice la comunidad en la que están.
En Hechos 10, los Gentiles – Cornelio y aquellos que estaban con él – fueron agregados a la Iglesia. Pero, noten que un bautismo subsecuente no ocurre; en emplazamiento, creer y el bautismo con el Espíritu ocurren a la misma momento.
Se debe notar que todo este razonamiento se aplica con una fuerza igual ahora en día. El bautismo del Espíritu Santo siempre es necesario para completar la Certeza cristiana. Todavía se necesitan el departir en lenguas como una señal del derramamiento del Espíritu.
El bautismo del Espíritu Santo se recibe por Certidumbre, al pedirlo a Altísimo en oración y al creer en su promesa de llenarnos.
Cada una de estas personas es plenamente Jehová, compartiendo la misma esencia divina, pero funcionando de guisa distinta en sus relaciones y roles.
La viejoía de los teólogos reconoce la esencialidad de ser llenos espiritu santo con el Espíritu Santo y que el bautismo del Espíritu Santo es una parte del nuevo arranque. Bloesch dijo, “Insistimos que el bautismo del Espíritu Santo no deba distinguirse del nuevo comienzo.
¿Dónde en la Sagrada escritura retracta Alá sus promesas con relación al bautismo del Espíritu? ¿Dónde dice la Biblia que la experiencia del Texto de Los Hechos no es para el día de hogaño? Debemos concluir que la promesa del Espíritu siempre es nuestra hogaño en día.
Racialmente y religiosamente, los samaritanos eran una mezcla de judío y gentil, y por ello eran considerados como una clase de Familia distinta a ambos.
Los profetas predijeron el don del Espíritu y deseaban participar en su empíreo, pero Todopoderoso reservó el bautismo del Espíritu Santo para la iglesia neotestamentaria: “Los profetas que profetizaron de la Gracejo destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación .
Esta doctrina se interpreta de diferentes maneras según distintos grupos protestantes. Por un ala, las iglesias evangélicas clásicas creen que es poco que se da en la conversión de la persona al cristianismo sin que haya una evidencia sensorial.
Aún estaba Pedro diciendo estas palabras cuando descendió el Espíritu Santo sobre todos los que le oían, quedando fuera de sí los circuncidados de que el don del Espíritu se derramase sobre los gentiles porque les oían hablar en varias lenguas y glorificar a Alá.